Sonriendo con los ojos

El regocijo de una persona trasciende por los ojos, esa frase describio mis momentos maravillosos con Juanita en Aguacatenango, Chiapas, despues de observar con el gusto y pasion que mostraba cada una de las piezas unicas que sus manos y las de su familia habian creado, sus ojos hablaban mas que cualquier palabra dicha, brillaban con un fulgor especial que solo quien esta orgulloso  y satisfecho de compartir sus obras de arte puede sentir, festival de colores y abanico de tecnicas en cada pieza me habian dejado sin adjetivos suficientes para celebrar, y solo quise empatizar con esa mirada unica y destellante que comunicaba desde el corazon un profundo sentir.

Cada blusa bordada con una combinacion unica de colores y formas, con horas de trabajo invertidas especialmente para crear esa pieza irrepetible y unica que ahora tenia en mis manos y me hacia sentirme especial de solo pensar que podia tocarla, portarla y que en ella iban impresos no solo el fuerte olor a tradicion, al de su casa que esta inundando por sabores de esa rica delicia culinaria de mi Mexico, entre chiles y especies cocinados a la hornilla, adquiero el resultado de un arduo y magnifico trabajo artesanal que viene de varias generaciones de Juanita y que ahora ella se esmera ensenando con paciencia esa misma tecnica a sus hijas.

Son tiempos dificiles, me dice, ahora no podemos hacer expos ni vienen turistas al pueblo a comprarnos, asi que tenemos mucha mercancia y muchas necesidades, y yo sin atreverme a pensar en regatear siquiera, no solo por la evidente apremiante situacion economica con la que estan lidiando ademas por la maravilla que mis ojos contemplan incapaces de demeritar el precio con un asomo de rebaja siquiera, me veo obligada a tener que ceder a la tentacion de querer llevarme todo, y padezco la penuria de tomar decisiones, como decir que no a la blusa blanca bordada magistralmente con azules, rojos y amarillos por llevarme la negra con tonos naranjas, terracotas y beiges, dificil y extenuante pero necesaria, es para empezar por algo me digo a mi misma, es necesario difundir esta riqueza cultural, este trabajo incansable y generacional que se perfecciona y no se resigna a desistir, pese a estos tiempos dificiles que estamos atravesando, el legado cultural sobre sus hombros los empuja a continuar.

Parto de Aguacatenango con el corazon partido, por tantas mujeres que al igual que Juanita desean mostrarme su arte, su trabajo, que me rodean con ansiedad queriendo ser parte de este maravilloso proyecto de la Tierra Mia que busca difundir y promover ese excepcional y maravilloso tesoro de sus manos, solo puedo dejarles la promesa de volver y llevarme un poco de cada una las proximas veces, pero entre mi desazon descubro con alegria que  mi mirada lleva un tono nuevo, siento que no solo traigo el arte de Juanita y su familia en las prendas preciosas que adquirimos, llevo algo mas valioso conmigo, tal vez esa sonrisa de sus ojos que tanto me deslumbro ahora yo traigo un poco de ese brillo en los mios.

Sonrie conmigo y con Juanita y todas las comunidades indigenas adquiriendo piezas artesanales.... preservemos su arte!